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domingo, 17 de diciembre de 2017

Consejos para reenamorarte de tu pareja

Escrito por Manuel Fernández Antón

La convivencia en pareja puede ser sinónimo de desgaste.

Si no se gestiona bien, uno de los aspectos que más daño puede hacer a una relación de pareja es el día a día: el hecho de vivir bajo el mismo techo saca a relucir dos formas de ser que en ocasiones pueden ser muy divergentes.

Consejos para reenamorarte de tu pareja (II)

Como saben todos aquellos que viven con su pareja, el día a día requiere tener en cuenta un sinfín de aspectos: limpieza, planificación de las comidas, lavadoras, cuidado de los hijos, economía doméstica, etc.

La lista puede llegar a ser interminable pues, además, a esto hay que añadirle las ocho horas de trabajo fuera de casa.

Organizar el día a día, tarea prioritaria

Cuando la pareja no va a la par, distribuyendo más o menos al 50% las necesidades que supone la vida en común, empieza a aparecer la saturación.

Ésta actúa como la carcoma que devora la madera: no se ve desde fuera pero va desgastando el vínculo desde dentro.

La saturación aparece en uno o en ambos miembros porque hay una sensación de injusticia convivencial: uno pone más que el otro.

“Es que no hace nada, siempre he de ir yo detrás”, “no sé por qué se da por hecho en esta casa que yo me ocupo de limpiar y de cocinar”, “si no hago yo la compra siempre estaríamos comiendo precocinados”, “tenemos la casa hecha un desastre y me niego a estar siempre ordenándola yo”… éstos son algunos de los pensamientos que ilustran el proceso de saturación de pareja.

La pareja que entra en este proceso de saturación, aquella que con el tiempo puede acabar harta de las diferencias en la convivencia, tiende a llevarse esos problemas a la esfera íntima.

Y es que para que una pareja estable funcione dentro de la cama ha de funcionar también fuera de ella.

Acabad con los reproches

Si no, los problemas del día a día, los reproches y la frustración acumulada pueden actuar como potentes “anti-libido”.

Por este motivo, si sientes que te estás saturando o si percibes una bajada de la calidad y la frecuencia sexual en tu relación, plantéate la siguiente pregunta: ¿Qué hay en nuestra convivencia que puede estar saturándonos a mí o a mi pareja?

Seguramente sean cosas simples pero que tienden a repetirse de manera cotidiana. Cuando tengas identificado el problema, habladlo y llegad a un acuerdo.

Ser conscientes de que en la pareja todo está relacionado.

Una vez hayáis alcanzado un mínimo acuerdo, poned la fuerza de voluntad necesaria para reconducir la situación y rápidamente comprobaréis que, vital y sexualmente, la cosa mejora.

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