Para las personas que han alcanzado grandes metas, el éxito no es algo que les haya llegado por arte de magia o que hayan esperado sentados a que apareciera
Para las personas que han alcanzado grandes metas, el éxito no es algo que les haya llegado por arte de magia o que hayan esperado sentados a que apareciera: ellos hicieron todo lo que tenían en su poder para alcanzarlo. Y para eso, la planificación y organización de su tiempo es elemental. Aquí te mostramos los casos de algunos emprendedores exitosos y sus técnicas para ordenar las actividades de su día:
1. No pierden el tiempo en cosas triviales
Los grandes líderes y los grandes emprendedores cumplen con rutinas claras.
Obama, por ejemplo, sólo usa trajes azules o grises. El vestuario de Zuckerberg es una camisa gris y jeans, y Steve Jobs sólo usaba jeans y una polera de cuello tortuga negro casi todos los días.
Estas figuras globales comparten una característica común: simplifican sus armarios para minimizar la cantidad de decisiones que tienen que tomar al día. Son capaces de jerarquizar entre las decisiones superficiales y las que requieren de mayor análisis. Esto los libera de tomar decisiones rápidas la mayor parte del tiempo.
Ellos no piensan en si van a ir al gimnasio, tampoco acerca de lo que van a comer para el desayuno. Siempre entrenan a la misma hora y comen el mismo desayuno todos los días. Esto les permite usar su fuerza de voluntad para tomar decisiones que pueden tener un mayor impacto.
2. Tienen una rutina para las mañanas
Parte de la fuerza que necesitan para comenzar la jornada laboral la consiguen creando rutinas consistentes en la mañana. El éxito es una combinación completa de las siguientes actividades: meditar, leer el diario, hacer ejercicio, priorizar las tareas, pensar que va a ser un buen día y comer un desayuno nutritivo.
No existe una fórmula precisa para crear una rutina perfecta en la mañana. Las personas altamente exitosas experimentan con diferentes actividades hasta que encuentren la práctica que se ajusta a su estilo de vida.
3. También tienen una rutina nocturna
“Antes que nada, la preparación es la clave del éxito”, dijo alguna vez Alexander Graham Bell.
La gente exitosa no espera hasta la mañana para prepararse. Empiezan la noche anterior. Ellos apagan sus dispositivos y planean para el día siguiente. Se despiertan relajados y libres de estrés porque ya han diseñado el plan para un día productivo.
Saben qué decisiones tienen que tomar con anticipación, cómo hablar con sus clientes, qué actividades serán de ocio y cómo prepararse a largo plazo; no sólo para mañana sino también para lo que viene en la semana, el mes y el resto del año.
4. Planifican a fondo su futuro
“Dame seis horas para cortar un árbol y pasaré las primeras cuatro afilando el hacha”, Abraham Lincoln. Una de las principales diferencias entre las personas altamente exitosas y los trabajadores promedio es una planificación detallada y estratégica. Las personas con éxito pasan más tiempo imaginando qué quieren para su futuro y cómo cumplir con sus metas.
Esto les permite tomar decisiones clave de manera deliberada, metódica, y estratégica.
Su planificación detallada proporciona claridad sobre lo que deberían estar haciendo en cualquier momento dado. Además, producen en niveles altos porque separan los procesos de planificación y creación.
5. Se enfocan en proyectos claves
“La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo en lo que es urgente y no lo suficiente en lo que es importante”, Stephen R. Covey, autor exitoso de libros sobre el manejo del tiempo.
Covey expone un cuadro con las siguientes categorías: urgentes e importantes, no urgentes e importantes, urgentes y no importantes y, no urgentes y no importantes.
A través de su teoría, Covey se ha dado cuenta de que el cuadrante donde pasan la mayor parte de su vida las personas es en el tercero; el de urgente y no importante.
En contraste, las personas altamente exitosas se centran en actividades que son importantes y no urgentes. Estas actividades no producen consecuencias inmediatas, sino más bien de largo plazo (y por eso son importantes). Piensan con anticipación y más allá de los efectos obvios, para alcanzar la satisfacción que sólo se encuentra al hacer las cosas que a uno lo apasionan.
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