Sí, habéis leído bien, en el titular dice VIOLADORES, nada de VOLADORES.
Cuando pensamos en delfines pensamos en esos seres bondadosos y entrañables a quienes vamos a ver hacer cucadas en sitios exóticos, o en animales afables dignos de ser protagonistas de series de televisión.
Hay quien va incluso más lejos y ve en un delfín un diseño perfecto para tatuarse en el ombligo.
Pues bien. Para nada deben ser tan majos, ni tan afables, ni bondadosos ni demás chocherías que os vengan a la mente. Los delfines violan a personas. Así, tal y como lo estáis leyendo aquí y ahora.
He leído que los delfines tienen un miembro de hasta 35 centímetros que suelen usar para atrapar a sus víctimas. Ni cortos ni perezosos se empalman, te enganchan con su juguete y te llevan hasta una cueva en el fondo del mar donde ellos encuentran la intimidad suficiente para perpetrar el acto sexual.
No te lo estás creyendo, ¿verdad? Pues mira el video.
Dicen que en Estados unidos hay unas 15 violaciones denunciadas al año. Además estas cuevas de violación se conocen porque en ocasiones se han encontrado restos de humanos con marcas de haber sido violados y con mordeduras de delfín. Flipa con los delfines.
Si buscáis en youtube seguro que encontraréis un montón de videos relacionados. Cualquiera que mire mi historial se va a quedar a cuadros con tantas búsquedas relacionadas con las violaciones de delfines, pero hay que desenmascarar a estos cabrones con pinta de bonachones.
Los delfines violan a personas, pero también son conocidos los grupos de delfines que acosan a sus hembras hasta que consiguen violarlas por turnos.
Os preguntaréis cómo he llegado a saber de ese tema y la respuesta es bien sencilla.
Mi compañero de trabajo está convencido de que la conspiración del ébola ha salido a la luz para que no lleguemos a conocer la verdad sobre los delfines violadores, una cortina de humo de las de toda la vida, ni más ni menos.
VÍDEO EXPLICITO:Moraleja: No te bañes en el mar.
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