Desde tiempos remotos, existía una tradición en donde los niños entre 12 y 14 años podían contraer matrimonio, siendo muchas de estas, uniones eran arregladas por los padres con el fin de buscar una mejor posición social. Actualmente, la edad legal para casarse es de 18 años para los hombres y de 16 años para las mujeres, edad en ellas que aún puede parecer muy temprana; incluso se puede conseguir permiso para casarse antes, pero bajo condiciones especiales y con un permiso de la corte.
Afganistán: Estos matrimonios se dan generalmente por la pobreza que hay en algunas familias. Además, como se considera que la mujer es un objeto y de segunda clase, generalmente son vendidas a los hombres. Una vez vendidas, se espera que las mujeres cuiden y sirvan a sus esposos.
Cómo imaginas que será el día de tu boda? Un vestido hermoso que resalte tu figura, maquillaje lindo, tomarás a tu padre o hermano del brazo para que te lleven al altar y claramente verás a tu madre con esa sonrisa, pero con un par de lágrimas cayendo de su rostro, sientes esa sensación en el pecho que te dice es el día más feliz de mi vida, pero ¿a los 10 años? descubre la historia de Nada Al Ahdal…
Ella proviene de una familia islámica, claramente las costumbres no son las mismas que el resto del mundo, sin embargo, a pesar de los años y avances a esta cultura parece no importarle nada de eso. La situación económica no es muy buena, así que los padres de Nada Al la estaban pasando muy mal, con tres hijos varones no tenían mucho de donde elegir, cuando Nada Al nació se convirtió en la esperanza de la familia, realmente todos esperaban a que llegara a los 10 años, ¿para qué?
Su padre llevaba años trabajando en el comercio, él había hecho muy buena relación con uno de los empresarios más poderosos de la zona, un joven de 42 años, con mucho dinero, soltero y deseoso de encontrar una esposa, lo que prácticamente le iluminó el rostro al padre de Nada Al.
Ella en casa era una buena niña, le gustaba ayudar, su madre desde pequeña le enseñó todo lo que un ama de casa podía hacer, en su inocencia jamás imaginó que la estaban preparando para casarse, para que sirviera en casa y en las necesidades de un hombre. ¿Por qué unos padres harían algo así? No les importaba si el hombre era buena persona, si le haría mucho daño, el peligro que correría al tener relaciones con alguien mayor, ¿qué hay con su inocencia? ¿sus sueños? apenas iba despertando de lo que es la vida, empezaba a ver lo que le gustaría ser de grande, quería viajar y empaparse de tantos lugares bellos, pero sus ilusiones estaban a punto de romperse.
Aquella tarde su padre llegó como si se hubiera sacado la lotería, el trato estaba hecho ¡2000 dólares! fue la cantidad por la que entregó la vida de su hija a ese ser tan despreciable, ¨llegó el momento de preparar todo, pues Nada Al ¡se nos casa!¨ gritó el padre eufórico.
La niña corrió a su cuarto, sabía que no había marcha atrás, era lo suficientemente lista para darse cuenta de que todo había terminado, acarició suavemente cada uno de los objetos de su cuarto, las lágrimas no paraban, su corazón latía, tenía miedo, miedo de que le hicieran daño, de terminar viviendo con un monstruo, pero nada le partía más el alma que darse cuenta que las personas que más amaba la cambiaron por unos billetes.
El día llegó, sus hermanos lucieron de traje, el padre no dejaba de sonreír y su madre la arreglaba como si estuviera a punto de vivir el mejor día de su vida. Nada Al hizo su último intento ¨Mami por favor no lo hagas, no dejes que me lleven, yo no iré más a estudiar, voy a trabajar mucho para traer dinero a casa, pero no me entregues¨ hincada, vestida de blanco y con el maquillaje escurrido, la pequeña niña no pudo tocar el corazón de su madre. La ceremonia terminó y fue entonces cuando ¨la luna de miel¨ se convirtió en un verdadero infierno.
En la cabeza de la niña solo rondaba una idea ¨no pongas resistencia o sufrirás¨, sin embargo, su asco era tanto que algo le impidió cumplirla, cuando dijo ¨no quiero¨ las cosas se salieron de control, el hombre enfurecido la golpeó una y otra vez, sangre corría por su nariz y la hinchazón en su rostro era clara. Aquel monstruo rompió su vestido de una manera desesperada y como un animal comenzó a tocarla por todas partes…
La pequeña apenas llegaba a los 30 kilos, su cuerpo era frágil y a pesar de sus suplicas, el hombre abuso de ella una y otra vez, pero no conforme con eso, cuando terminó su asqueroso acto, llamó a un grupo de amigos para que abusaran de su “esposa” como parte de la celebración de aquel día. Nada Al no podía gritar, el dolor que sentía la estaba carcomiendo, muchas cosas pasaban por su mente, se aferraba a los recuerdos, jugando en el parque, corriendo por el jardín o viendo las estrellas mientras imaginaba tocarlas, pero no podía, todo se iba borrando, ese sentimiento de rencor y odio ahora ocupaban su mente.
Por la mañana mientras se bañaba la caída del agua le hizo daño, no había un sólo lugar en su cuerpo que no estuviera lastimado, se prometió que era la primera y última vez que alguien le hacía algo así, limpió sus lágrimas y se cambió.
Su memoria es muy buena así que recordó a su tío Abdel Al-Sala, con él acostumbraba pasar las vacaciones, siempre le decía que tenía que estudiar y la consentía, en el momento en que lo llamó él le dijo que se fuera a un parque muy conocido, Nada Al preguntó y logró llegar, cuando vio a su tío apenas y podía caminar, sentía el cuerpo pesado pero estaba feliz, sabía que el infierno había terminado. Ahora es una niña con esperanza, nunca olvidará todo el daño que le hicieron pero sabe que puede seguir y espera hacer algo por todas esas niñas que no logran escapar. Por todas esas ¨lunas de miel¨ que se convierten en la desgracia de niñas que deberían estar cantando por ahí.
Este articulo fue algo que yo no puedo describir.pues lo que sufrio la niña fue algo que nadie puede cambiar y pues tuvo la oportunidad de escapar del infierno que vivio obligada por casarse con ese hombre...mis sentimientos hacia ese articulo fue tristeza pues la mayoria de las niñas sufre esto.������
ResponderEliminar